Sonrió y siguió caminando. Parecía que en aquel viejo pueblo apartado del mundo, el tiempo se hubiera detenido, todo estaba tal y como lo dejo.
Entonces se pregunto que habría sido de su viejo escondite secreto una vieja casa abandonada a las afueras, junto al lago que nadie conocía. Allí siempre iba ella, era el único sitio que la había visto llorar, reír y bailar.
Allí se sentía una superviviente del mundo e imaginaba grandes aventuras con príncipes y princesas , con piratas y malechores , donde el bueno siempre vence al malo.
Ese era el sitio en el que ella por una vez en la vida podía ser única, no finja ante nadie. Y solo olía el aroma de los pinos.
Cuando volvió a entrar, revivió todos aquellos recuerdos, que habían permanecido ocultos todo ese tiempo.
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