Capítulo 4 : El gato que todo lo sabe.

Un poco mas tarde estaba en mi casa pensando en la pobre hija de la señora Rosenda, habiamos estado casi toda la tarde buscandola pero nadie la habia visto... En ese momento... Como si se estubiera despejando mi mente... La que llamó, tal vez sabria algo de Natasha, o era la misma NATASHA! En verdad, no creeia que fuera ella, pero alomejor quien llamo sabria algo... Pero.. la voz, esa me habia dicho que necesitaria mi ayuda...  ¿Para que? Estaba demasiado confundida, como imagenes fugaces pasaban por mi cabeza todo lo ocurrido entre ayer y hoy. Para colmo mama no volvía. Sollozé. Esa situacion me confundia demasiado... Solo tenía que esperar a mañana...
El resto del día paso muy lentamente, yo esperaba alguna noticia sobre mi madre, pero nada. Quería llamar a la policía pero cuando estaba marcando el teléfono...
- ¿ Lara ? - dijo
ERA MAMA ! Salí corriendo ha recibirla. En efecto. Era ella, con su abrigo, sus vaqueros y su pelo suelto. Pero parecía muy nerviosa, miraba a ambos lados con preocupación y cerro la puerta con llave .
- Mama... ¿ Dónde has estado ? Estaba apunto de llamar a la policía... - mi voz se quebró, tenia ganas de ponerme a llorar, ya me había imaginado lo peor.
- ... Lara, lo siento , te lo contaría... y justo de eso hemos hablado, creo que eres demasiado joven para entender todo lo que esta pasando ... Prepararé tu cena favorita.
No entendía nada, pero el mero hecho de ver que mi madre estaba sana y salva me relajo muchísimo. Aquella noche fui a la cama, abrí la ventana y miré al exterior de la calle, casi siempre hago eso para que me ayude a pensar... Miré fuera, ahí estaba como casi siempre  a las 10 el oscuro gato que esta en la calle mirando a mi misma ventana, durante 14 años... Ese gato siempre esta ahí, me he planteado diversas veces bajar, y traerlo a casa, pero sus ojos verdes cristal me miraban tan fijamente, que lo único que podía hacer es devolverle la mirada. Noté por sus andares, que ya se hacia mayor, casi siempre, cuando el gato viene es porque algún problema me preocupa, no se porque pero siempre encuentro una solución. Me invade de paz y optimismo, ese gato ha sido uno de mis mejores amigos. Su pelo negro casi no se veía por la noche, normalmente se ocultaba tras los viejos arbustos. Y nunca he sabido cuando se va, pues cuando me voy a dormir, sigue mirándome en la oscuridad de la noche. Pero aquella vez, un ruido enturbió la armonía de los habituales sonidos nocturnos, pude divisar una sombra en la oscuridad, parecía un chico, el gato maulló y puso una pose de defensa, pero el chico lo agarró del pellejo y se lo llevó. NO PODÍA CONSISTIR AQUELLO ! Bajé corriendo, dispuesta a cantarle las cuarenta a ese chico. Estaba enfadada . Ese gato, había estado conmigo cuando todo iba mal, y cuando he sentido que no podía mas. Era mi ayuda en los momentos de soledad. No lo podía permitir.
Fui a la parte de detrás de la casa, que es donde da mi ventana. El chico y el gato habían desaparecido. Me quedé sola en la silenciosa y oscura noche. Me dio miedo , quería echar a correr, pero en el momento en que me iba una luz cegadora apuntaba hacía mi.