Allí estaba esperando. Quieta, y con una hamburgesa en la mesa. No, no quería una hamburgesa, tampoco estaba alli por el ticliteo de la maquina de los billetes, no estaba alli por el bullicio de gente. Ella estaba esperando haber si aparecia... Su primer amor a primera vista. Fue una tarde de verano, ella no lo recuerda bien, solo recuerda que fue a aquel Burguer con el cara llorando, por un viejo romance ya pasado, por las notas en el instituto, por los lloros de sus amigas. Ella estaba allí sola, comiendo tranquilamente, hacia mucho que en su vida los planetas habian alterado su orden, cuando de repente lo vio, entro por esa puerta con aire despreocupado cojio una hamburgesa y se sento en la mesa de al lado. Ella ya fijo su vista en el, pero la pobreta  estaba tan nerviosa que casi tira la mesa del reves. Ese recuerdo de el entrando, de su mirada azul posada en sus ojos, hacía que Clarise se sonrojara y que se le escapara una sonrisa tonta.
Pero el no fue, ni tampoco ayer.
Paso un tiempo Clarise se empezó a plantear, que tal vez, no volviera más. Pero un día cuando la lluvia parecía eterna, y el mundo le pesaba por dentro.... Apareció.
¿Quién es ese extraño chico que aparece cuando las cosas mal ? ¿Y porqué a Clarise le gustaba tanto?