Y es que aveces te puedes sentir tan vivo, por tan solo una mirada, por haber superado un temor, por haber llegado a la cima más alta de la montaña. Y sientes ganas de gritar, de sentir , de disfrutar un poquito más. Pero por algun momento, te preguntas... ¿Cuánto durara esto? Y te quedas pensando en la vida, en como te la estas planteando y como vas afrontando los errores, las caricias que has recibido, los besos que has dado...
Y al final te das cuenta, de que son pequeñas cosas lo que creean la gran felicidad, supongo que por eso dicen que la felicidad no es un destino si no un trayecto.
lunes, 21 de febrero de 2011
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