Cogemos y tomamos el pasado, anhelamos el futuro y ni siquiera nos importa el hoy.
Creemos que tenemos la capacidad de controlar el tiempo, pero no, no la tenemos y cuando llegue el mañana extrañaremos el hoy. Y es que las manecillas poco a poco avanzan y luego ya, no hay vuelta atrás , tendremos recuerdos, sonreiremos, cogeremos una taza de café y pensaremos en como ha cambiado nuestra vida desde entonces, en ese momento se nos escapa alguna risilla tonta cuando recordamos de como pensábamos que sería la historia en el futuro.
sábado, 12 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios.:
Publicar un comentario