Capítulo 15: El final del verano

Aquella noche no dormí bien, habían millones de pensamientos rondando en mi cabeza en aquel momento. Por la tarde enseguida Saimon, Natasha y Carla se fueron. Y no me dio tiempo a preguntarle como se había deshecho de los enemigos. Entonces me di cuenta que no había abierto el regalo de Anna, el que me dio antes de que pasara todo.
Era una cajita donde dentro había un colgante precioso en forma de luna...
Aunque no lo creáis el resto del verano paso muy tranquilo, doña Rosenda seguía buscando a su hija y yo siempre me mordía el labio para no decir de más, eso si, no me aguantaba decirle que seguro que estaría bien.
Alba y anna's siguieron molestandome un poco más, pero creo que nuestra relación mejoro un poco al salvar a las Annas. Me quedé pensando en si seria casualidad que me hubiera regalado un colgante con forma de luna, o si ella sabría algo sobre eso... Pero no me atreví a preguntarle, por si acaso, ella no sabía nada. No hubieron más ataques y yo cada vez que sacaba el tema mi madre se mordía el labio y generalmente se iba. Me quedé sin saber varias cosas de las que aun aguardaba respuesta... Pero una noche, casi al final del verano...
 - Mama estas en casa? Vuelvo de dar una vuelta...
Pero no hubo respuesta. Me fui hacia la cocina, y había una nota...
Cariño, me he tenido que ir, pronto el curso comenzara pero yo estaré un año fuera... Perdón, tienes una abuela llamada Margaret, pasará a por ti mañana por la mañana. Haz la maleta, pronto estaré en casa.
Y en ese momento sentí como si el mundo se me cayera encima... Suspiré y fui a por mi maleta, metí lo esencial... Chuches, libros, mi ordenador portátil... y luego algo de ropa... Me dio para dos maletas y media.
Llamé a Blanca para contarle lo sucedido.Yo estaba casi llorando y necesitaba a Blanca que siempre me había apoyado en todo lo que había echo. Pero aquella vez la notaba diferente, distante...
-Blanca... ¿te pasa algo? Pareces preocupada...
-Emm... sí,sí, es que lo estoy...
-¿Por que?
Tragó saliva. Creo que se le había escapado lo de que si que lo estaba.
- Por ti, osea, me parece que tu madre esta un poco rara ultimamente ... No sé, tal vez deberías hablar del tema con ella y tal... Si no lo sabes ya...
Parecía como si me estuviera amenazando con esa ultima frase ...
- No, no lo sé - mentí
- ¿Seguro? 
-Blanca, estas muy rara.
- ¿Yo? ... Tal vez, pero es que... eres mi mejor amiga, y ... yo... no quiero matarte.
-¿Cómo? 
Blanca colgó.