miércoles, 9 de febrero de 2011

Primera parte

Llega un momento en la vida
en que uno no puede
                  sino seguir su propio camino.
Es el momento de perseguir los sueños, 
de defender los principios
 en los que se cree.

Caer en la más profunda desesperación
nos ofrece la oportunidad de descubrir
nuestra verdadera naturaleza.
Del mismo modo que los sueños se cumplen
cuando menos lo esperamos,
hallaras inopinadamente las respuestas 
a las preguntas que te haces.
Deja que tu intuición construya 
un sendero de sabiduría,
y que la esperanza borre tus temores.


La mayoría de nosotros
no estamos preparados
para superar nuestros fracasos,
y por eso no somos capaces
de cumplir nuestro destino.
Es fácil defender algo
que no entraña ningún riesgo.

Quizás amar consista a veces 
en renunciar al otro,
en saber decir adiós, 
en no dejar que nuestros sentimientos
interfieran en lo que
probablemente sera el fin,
en ayudar a quienes amamos.




Me gustaría aclarar que no lo he escrito yo, es más, estoy en un momento bastante incomodo en el que no tengo inspiración, por eso aun no continuaré la historia, esto es de un libro que cayó en mis manos accidentalmente , se llama El delfin es un libro bastante filosofo en el que se narran las aventuras de un delfin que en vez de pescar, cazar... le encanta surcar las olas y ese siempre ha sido su sueño, decide perseguirlo y dejar atrás a todos los que no le permiten lograrlo.
Es precioso. Un poco melancólico, pero precioso.

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