sábado, 30 de julio de 2011

El espejo.

Hoy el espejo me ha dicho que mi pelo era un desastre, que la ropa que llevaba estaba pasada de moda, y que debería maquillarme si no quería parecer un vampiro andante, también ha mencionado que tendría que pasar mucho tiempo hasta que finalmente sea ese "cisne" aunque también ha dicho que él no piensa que lo llegue a ser nunca. No me he deprimido , ni he estado horas delante de él buscando cada vez más fallos.
En lugar de eso he salido a la calle y ... he sonreído. El sol brillaba radiante , mientras, nubes blancas y esponjosas se desplazaban lentamente por el gran cielo azul . Vino a mí el olor de una rosa y me quedé un rato contemplándola con cierta admiración. Suspiré y me acordé del espejo, no sentí dolor al recordar todas mis imperfecciones , es más, me asombró la indiferencia que me causaba.  ¿Por que debería preocuparme por cada uno de mis defectos? Hay un mundo demasiado bonito allí afuera , nunca podré igualar su esplendor ni su belleza. Sólo puedo pretender ser lo más natural posible. Mientras pensaba eso por mi lado pasó una chica llorando, vestía ropas elegantes, su pelo estaba recogido en un bonito moño y llevaba puesto mucho maquillaje bien repartido por la cara. Pensé que debía hacer algo por ella y me acerqué para intentar ayudarla en lo que pudiera, me miró y con cierta prepotencia se marchó. Y no sentí ninguna envidia por ella , es más, sentí pena. Era del tipo de chicas que no saben apreciar lo que tienen delante, de las que una blackberry o tener el vestido de graduación antes que su amiga significaba ser feliz. Pero ella lloraba, pese a todo lloraba. Y yo sonreía.
No le di más vueltas, seguí caminando y a medida que lo hacía cada vez me sentía mejor. No iba arreglada , no lo tenía todo ... pero tampoco me importaba. Comprendí que lo que me había pasado ese día era que por fin , había aprendido a aceptarme . Disfrutar de como soy. Sin trucos, sin la "magia" del maquillaje, sin engaños. Sólo yo y un mundo dispuesto a ofrecerme miles de posibilidades. Regresé a casa y pase por delante del espejo . Me paré, dispuesta a recibir más información acerca de mis fallos. Realmente no me importaba, pero algo me dijo que esta vez sería diferente.  Me situé frente al espejo y espere el veredicto. Él pareció ser más amable y dijo que hoy llevaba el cabello muy brillante, que la ropa que había elegido era original y marcaba la diferencia, también dijo que gracias a los rayos solares había adquirido tono mi piel aunque no mencionó nada más. Pero yo supe ,mientras me alejaba de él , que los dos pensábamos que finalmente el cisne dentro de mí había resurgido .

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