miércoles, 19 de octubre de 2011

Cuando se pierde la esperanza.

Cualquiera que hubiera visto a Emma en aquel preciso momento podría haber afirmado, con argumentos, que iba claramente a un sitio concreto y que por sus pasos firmes, decididos sobre la acera parecía tener mucha prisa. Pero, realmente, ninguna de las dos suposiciones era correcta. Tan sólo quería escapar de la realidad en la que le había tocado vivir, con sus cascos grandes rojos y con diminutas lágrimas en su rostro, caminaba sin ningún recorrido planeado con antelación, sólo quería alejarse lo más posible de aquella casa que para las visitas era tan "bonita" "en la cual NADA podría ir mal". ¡Cómo se equivocaban las mentes que pensaban ese tipo de cosas! pensaba una y otra vez Emma.
Posaba su atención en cada elemento (por muy diminuto que fuera) del paisaje envidiandolos deseando tener una vida tan simple y sencilla como la de un gato, o la de un árbol. Pero sabía que nada iba a ser sencillo y simple. Pues su vida había estado envuelta en lágrimas, sonrisas fingidas y promesas rotas , por lo tanto le costaba un poco confiar en que las cosas algún día marcharán bien. 
Suspiró mientras cogía su reproductor de musica y cambiaba rápidamente a la siguiente canción
Skyscraper comenzó a sonar. 
"Cuanto más alto estás, más dura es la caida ... Sí, soy un rascacielos que poco a poco se va derrumbando cada vez más rápido" - pensó en el camino hacía más calles vacías. 

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